Cuando no se puede hacer nada...

En estos días procuro estar atento a lo que sucede a mi alrededor.
La vida bulle y vibra por todas partes. Especialmente se hace patente en la gente más jóven: escuelas, colegios, universidad, trabajos... Todo con un ansia de vivir, de hacer, de tener, de disfrutar que parece incontenible.
Y entre toda esa exhuberancia se oyen retazos de acontecimientos que nos hablan de "final", de "dolor", de "muerte". Los periódicos, la TV, las revistas, internet se hacen eco y lo convierten en noticia.
Y cuando se acerca a nosotros esa realidad nos atrapa y nos pilla desprevenidos.
Y leo la pregunta que nos hace el escritor: Kenneth S.Leong -"cuando nada puede hacerse, ¿qué se puede hacer?"
Y responde: Nada y Todo.
Intento ahondar en esta respuesta.
Todos sabemos ese final. Sabemos que es seguro. Que está decidido. Que no hay vuelta atrás. Que nada se puede hacer... Qué podemos hacer?
Quiero hacer silencio intentando atrapar estos momentos que dispongo y vivirlos muy intensamente. Ese es mi todo. Vivir en plenitud atento a esto cotidiano.
Mi madre se despidió esta primavera pasada. Otros amigos también lo han hecho después. La abuela de mi mujer va a cumplir 99 años. Una compañera jubilada ha sido operada de cáncer de mama...
Cuando nada puede hacerse, qué podemos hacer?